La Didáctica Integral Triádica basada en las Artes Expresivas, es fruto de una investigación interdisciplinar entre las artes y la psicología. Se estructura en tres pilares.
El primer pilar, denominado Continuum de Terapias Expresivas, aborda el desarrollo de habilidades a través de cuatro niveles. El primer nivel es el Cinestésico/Sensorial, que se centra en el movimiento y las sensaciones, fomentando la conciencia corporal y la exploración del medio. El segundo nivel, el Perceptivo/Afectivo, resalta la importancia de las emociones y percepciones con las que éstas son catalizadas. El tercer nivel, el Cognitivo/Simbólico, se enfoca en el pensamiento crítico y la interpretación simbólica; mientras que el cuarto nivel, el Creativo, se puede entender como una acción que integra los anteriores niveles de forma holística.
El segundo pilar, Autoconocimiento Fenomenológico, explora la identidad narrativa a través de tres conceptos interrelacionados: Mismidad, que se refiere a la auto-percepción y la identidad personal hasta cierto punto entendida como estable; Ipseidad, centrado en el reconocimiento del sí mismo en la experiencia; y la Alteridad, que implica el reconocimiento del sí mismo en la relación con el otro. Este pilar subraya la relevancia de la autorreflexión y la comprensión de uno mismo mediante una narrativa identitaria.
Finalmente, el tercer pilar, los Fondos Identitarios, se dividen en cinco, sin embargo, para nuestra didáctica seleccionamos los Fondos Prácticos de Identidad, los Fondos Culturales de Identidad y los Fondos Sociales de Identidad. Estos representan las habilidades prácticas cotidianas mediadas por artefactos, la riqueza de los elementos culturales representativos, y la importancia de las interacciones sociales y la pertenencia a grupos, respectivamente.
Nuestra propuesta busca fomentar la conexión social y emocional a través del autoconocimiento, con las artes expresivas como motor, promoviendo la creatividad como un medio para el aprendizaje y así facilitar una interacción recíproca entre docentes y estudiantes, y entre los propios estudiantes. El objetivo es adaptar este enfoque a diferentes niveles educativos, fomentando la autoconciencia, la empatía y estableciendo relaciones interpersonales de apego seguro.