Las Instalaciones de Juego es una propuesta educativa concebida desde la configuración de un contexto de relaciones que ofrece unos objetos específicos en un espacio transformable inspirado en la estética del arte contemporáneo y una fundamentación pedagógica que comprende la historia de las relaciones de la infancia con su ambiente.

Las Instalaciones de Juego son pues un espacio intersubjetivo de encuentro y relación donde se intercambian ideas, emociones, deseos o afectos, a través de las interacciones comunicativas y el juego compartido. Destacamos 3 ideas fundamentales que definen la singularidad de la propuesta de las Instalaciones de Juego: Dimensión estética: la configuración del espacio lúdico debe ser sencilla y ordenada en su inicio, permitiendo el vacío o el hueco y también el silencio o la calma. No debe estar saturado de objetos, efectos o proyecciones que la infancia no necesita, pues en la “carencia”, las infancias evocan, imaginan y revelan una mayor creatividad. Y además del atractivo de los objetos, las interacciones corporales son las principales mediadoras de comunicación, relación y construcción de significados. Dimensión simbólica: las Instalaciones de Juego atienden principalmente al desarrollo de la creación simbólica, la expresión del imaginario y la evocación de lo que no está presente. Es decir, mediante el juego, la infancia moviliza su mundo interior y lo conecta con la realidad, dando forma concreta a sus proyectos y a toda su riqueza psíquica. Dimensión relacional: se favorecen de manera consciente y profunda las relaciones vinculares, la empatía del cuidado mutuo y los afectos, la escucha activa y el intercambio, la atención a los deseos o acogida de las verdaderas necesidades de la infancia en el encuentro con los adultos referentes y con un mismo grupo estable que asegura la permanencia y continuidad del proyecto de juego a lo largo de las sesiones.